Ah sí, se viene el sermonazo eléctrico de ATT, pero quienes leen frecuentemente, están curados de espanto. Los que no, bienvenidos al EV-fierno. Ya saben que por acá fantaseamos fuertísimamente con el día en el que todos (al menos un 95%) los productos alcanzables para el 100% de la población, gocen de algún tipo de electrificación. Soñar que todos sean eléctricos, es un paso más. Pero hay algo que no podemos dejar pasar, porque a veces nos perdemos en el mundo de los vehículos de pasajeros.
El otro día, un sábado, en mi casa en el centro de Montevideo, un sábado de mañana, los feriantes que se posan en los alrededores de mi edificio llegaban a poner sus tiendas. Si bien soy un fuerte fanático de las ferias, hubo un inconveniente que me hizo acordar a cuándo me llevé el JMC Touring EV -ya vamos a hablar de el, perá un poquito-.

Ese sábado de mañana, tenía ganas de dormir, y no precisamente de ir a la feria, pero, cuando empezaron a llegar los feriantes, me despertaron. ¿Qué fue? Los motor-azos diésel de los camiones en los cuales llevaban la mercadería. Y bueno, me levanté y no quedó otra que ir a comprar un kilo de milanesas a 280 pesos.
Lo importante, es que, a veces nos olvidamos de que los vehículos de pasajeros (y de carga, como este Touring), aunque no sean eléctricos, son una parte crucial en la contaminación atmosférica y en el tráfico en general, pero en contaminación sonora, hay actores más importantes. Estoy hablando de la anticuadísima mayoría de buses en Montevideo, camiones, y vehículos de ese estilo, que juegan un papel fuerte en el día a día de la casi-metrópoli Uruguaya.

Por eso, hace unos días, me dediqué a ser fletero (porque realmente tuvimos que hacer un flete) en este JMC Touring EV. Se trata de el furgón de la marca oriental, impulsado 100% por energía eléctrica, con hasta 280 km de uso urbano, por una batería de 65.17 kWh,que -según declara la marca- podés cargar (en carga rápida) en 48 minutos ¡ideal!

Manejarlo en el día a día es honestamente genial, si bien yo me reí todo el día de verme sentado en un furgón escuchando Pass the Dutchie por su radio con pantalla y bluetooth -como si fuese Argyle de Stranger Things en su Volkswagen Transporter-, el Touring EV es bastante maniobrarle a pesar de medir casi 5.7 metros de largo, con un reducido radio de giro y una dirección asistida. Aunque, las medidas externas, le garantizan un espacio de carga ENORME dentro, con unos muy generosos 3.058×1.742×1.509mm (LxAxH)

El impulsor eléctrico de 120cv/320Nm le brindan a este Touring una agilidad impresionante (13.2s de 0 a 100 km/h) y que, honestamente, no esperaba. Se desenvuelve con muchísima tranquilidad -y comodidad al no ser manual- en el transito pesado, con un pique muy reactivo cuando se lo necesita. Me gustaría que se le realizaran unos retoques en los frenos, por tacto y potencia.

Durante todo el día -mientras entregabamos unos muebles con unos amigos en este Touring- salió recurrentemente el chiste de “compremos uno y hagamos una empresa de fletes, lo desquitamos de pagar nafta ¡un golazo!”, y si bien en nuestra mente -y bolsillo- era mentira, no es ninguna mala idea.
Si bien por parte de Santa Rosa traer este JMC Touring EV, por ahora es un movimiento muy fuerte y un enunciado que demuestra convicción, sin dudas estos utilitarios impulsados de forma 100% eléctrica, son -al menos, espero- el gran futuro que nos espera, aunque al día de hoy los precios sean un poco más elevados de lo que uno quisiera. Pero para ir pensando en la corta: ¿Te imaginás que todos los ómnibus de Montevideo, fuesen como el CE-1? Hacer el ejercicio de pensar en 18 de julio, solamente con esos ómnibus, reduce el estrés sonoro en grandes cantidades.

Quien sabe, quizá algún día un Emiliano del futuro que viva cerca de una feria no se va a despertar por los camiones eléctricos silenciosos de la misma, y va a poder dormir hasta las 12, como debe ser. ¿El problema? Se va a perder del kilo de milanesas a 280 pesos.