Luego de haber evaluado a la variante turbo-naftera de la nueva pick-up con la que Peugeot volvió al segmento, ahora estuvimos probando a su gemela turbo-diesel, que en este caso porta el nivel de equipamiento Action (el más equipado), asociado a la tracción 4×4, que tiene un valor de U$S 53.890. Te contamos las sensaciones que nos dejó y las diferencias que porta con su gemela nafta. Vamos con el análisis.

Antes les recomiendo leer la evaluación de la variante naftera, donde me explayo sobre elementos en común que tienen estos dos productos:
Diseño exterior
En cuanto al exterior, poco hay que decir frente a su variante menos equipada denominada Active, las diferencias se listan a continuación:
En el frente, la parrilla deja de ser de color negro para pasar a ser cromada. Además, junto a ella se encuentran los faros diurnos que son como colmillos, y exclusivos de esta variante. Las luces son de xenón, con un poder impresionante, pero si sos dueño de una Landtrek Action, procurá regularlos por debajo, porque en su nivel más alto, son tan poderoso como las luces largas de cualquier otro producto.
Las luces largas, son halógenas, y parecen más de profundidad. En el lateral, los tiradores de puerta son cromados, porta estribos y llantas de 17″ más grandes, sobre neumáticos Goodyear Wrangler de uso bien fuera de camino. Por detrás, luces LED de posición que gana frente a las variantes más accesibles.




Diseño interior y comfort
En términos del interior, lo que vemos en comparación a la variante más accesible, es, justamente, un nivel más elevado de sofisticación y materiales. De todas maneras todo sigue siendo bastante rústico, pues, pick-up.
La posición de manejo es agradable, elevada, y en esta variante los ajustes de las butacas delanteras son eléctricos, con ajuste lumbar para aumentar la comodidad. El tapizado en este caso es de cuero, de una calidad promedio. Frente al conductor, cambia en el instrumental una pantalla a color más elaborada, aunque sigue teniendo aquellos problemas de que tiene muchas tipografías distintas y es un poco fea a la vista. Al menos es muy fácil de usar.
En las plazas traseras, el espacio es adecuado en todas las cotas para los que allí se sitúen. El espacio se rebate, tanto el respaldo como el asiento hacia arriba, para dar lugar a un espacio más de almacenamiento.







Mecánica y dinámica
En el departamento mecánica, esta Landtrek Action equipa un impulsor de cuatro cilindros con 1.910 cc, turbodiésel, con una entrega de potencia de 150 cv y 350 Nm de par máximo de 1.800 a 2.800 vueltas. La tracción es 4×4, simple-trasera en condiciones normales, con 4×4 en alta y baja. La transmisión es manual de seis relaciones, al igual que en la naftera.
Esto se traduce en un desempeño mecánico realmente muy bueno, con un impulsor que aunque se siente de contexto un poco antiguo (por su sonoridad, vibraciones y performance) ofrece un rendimiento muy bueno, con prestaciones acordes a la potencia (que no sobra), dándole más protagonismo al torque, con una cifra muy buena. En baja se siente muy vivo, notándose a full la entrega de torque a las 1.800 vueltas, al subir las vueltas, el desempeño va bajando. Si aprovechamos esto, logramos tener unos consumos muy buenos.
En nuestro caso, fueron los siguientes: en ciudad logramos exprimir al 1.9 para dar 9l/100km, mientras que en ruta logramos unos 7.4 l/100km. El mixto, se situó en 8.2 l/100km, cifras excelentes para una pick-up.
Por el lado de las prestaciones, las recuperaciones se mostraron correctas, con el detalle de que no es posible realizar un 80 a 110 km/h en 3ra, debido al corte de inyección. Sin embargo, en 4ta es de 7.4 segundos, en 5ta es de 7.89 (lo cual habla de lo cercano de estas relaciones), y en sexta, 10.1 segundos.
En cuanto a la dinámica, la Landtrek Diesel se mostró casi idéntica a su gemela naftera, ya que comparten el mismo tren de rodaje, pero con la diferencia de pulgadas de llanta. Es bastante versátil y muy cómoda en general, aunque cuando se empieza a poner complejo el camino, sin carga en la caja, el posterior se pone muy saltarín, más que nada para los que van en las plazas traseras. En mi test disfruté de molestar a mis amigos haciéndolos saltar ahí atrás, porque aparentemente me comí un churrasco de payaso de almuerzo ese día.
Obviamente, en la ciudad se siente como un producto bastante, y es porque lo es, pero en su defensa tiene un sistema de cámaras, delantera, trasera y laterales, con visión 360º y visión desde proyección.


Conclusión
Para concluír con la prueba, realmente se podría traducir en una literal copia de lo que fue la prueba de Landtrek naftera. El producto (en lo que era igual que aquella variante con menos torque) es un producto muy, muy sólido y se la siente realmente muy capaz y versátil para usos variados que pueda dársele.

En este caso, equipa un sistema de tracción muy eficiente, con bloqueo de diferencial trasero y reductora, para zafar de las situaciones más complejas; y además, un buen conjunto de neumáticos. De todas formas, sigue estando patente el tema de lo necesario que es el tiempo, la costumbre y la confianza del cliente a la hora de elegir un producto de esta índole.

Landtrek tiene un as bajo la manga, que son sus precios (U$S 53.890), con los que guarda una muy buena relación. Gran producto, tiene todo para competir con muchísimos argumentos, pero todo está por verse, quizá sea muy temprano para hablar.
LO BUENO | LO MALO |
-Diseño exterior. -Diseño interior. -Desempeño de la mecánica. -Caja manual de seis relaciones. -Diseño interior y equipamiento. -Equipamiento de seguridad. -Tamaño de la caja y capacidad de carga. -Prestaciones y consumos contenidos. -Precio correcto. | -Sensible a vientos laterales. -Motorización audible de más |