Aparentemente, nos tomamos el nombre del sitio “A Todo Torque” como si fuese un mandamiento cristiano, y no paramos de manejar pick-ups. La última que evaluamos, es la Nueva Nissan Frontier. Ya la probamos una vez en la versión más cara, denominada PRO-4X, que estaba vestida de rambo. Ahora probamos a una de las variantes más accesibles, la Nissan Frontier SE, con motor naftero naturalmente aspirado de 2.5 litros y caja manual de seis relaciones. Digamos que, vestida de overol para ir a trabajar. Vamos con la prueba. El precio de esta unidad es de U$S 28.490.

Exterior
En el exterior de esta nueva Frontier, se observa que el planteo general es casi idéntico a la versión que viene a reemplazar. Volviéndose únicamente un poco más fornida y aggiornándose para el paso de los tiempos de un nuevo año. En este caso, es una de las variantes más accesibles, denominada SE, que se encuentra únicamente por encima de la variante más rústica y de trabajo, denominada S. Aquella equipa menos adornos cromados como la grilla frontal, hasta llantas de acero estampado sobre unos 255/70. Esta SE, equipa llantas de aleación de buen diseño sobre unos 255/65.




Interior
El interior no dista mucho de lo que fue nuestra experiencia con la PRO-4X. Cambia claramente en que pierde la pantalla multimedia para equipar una radio convencional, y los tapizados en cuero también desaparecen. Sin embargo, la pantalla de grandes dimensiones en el instrumental se mantiene, lo cual está bueno. La calidad de materiales, es típica de pick-ups, durable y poco más.
Hablando de volante, ¿cómo está la posición de manejo? Siendo un producto utilitario, obviamente la postura de manejo es elevada, tanto desde fuera como desde dentro. Sin embargo, la posición se encuentra bastante limitada, ya que el volante permite ser regulado únicamente en altura, extrañándose la regulación telescópica. En esta variante manual, la posición es hasta más agrícola porque el selector es de un largo considerable, al igual que sus recorridos. En cierta forma, me gusta.
Pasando a las plazas traseras de la Frontier, es acá donde usualmente suele complicarse la habitabilidad en la mayoría de las pick-ups, culpa de un espacio reducido para las piernas, un piso alto, y lo peor, un respaldo poco inclinado. De todas formas, la camioneta de Nissan pasa con una nota suficiente en este apartado, ya que el espacio para las piernas y la cabeza es suficiente, pero se puede complicar debajo si el conductor es una persona que requiera de mucho espacio adelante.





Mecánica y dinámica
En esta variante SE naftera 4×2, la mecánica es el denominado QR25DE, es un tetracilíndrico de 2.488 cc de cilindrada, 16 válvulas, que produce 158 cv a 6.000 rpm y 241 Nm de torque a 4.000 vueltas. La transmisión es manual de seis velocidades.
En la práctica se manifiesta como un impulsor bastante adecuado y que rinde más de lo que delatan sus cifras. Cumple de manera bastante correcta con las exigencias comunes que podemos pedir en un ambiente urbano o rutero tranquilo. El problema va en cuando pisamos a fondo, porque antes de las 4.000 no vamos a tener ningún tipo de respuesta muy fuerte. Sin embargo, desde las 2.000 rpm tiene un comportamiento correcto y permite discurrir el manejo siempre debajo de las 3.000.
Claramente, por la clara falta de un impulsor turbo con este combustible, la entrega de torque se da recién a 4.000 vueltas, lo cual hace que tengamos que exigir de más al 2.5 cuando queremos respuestas contundentes, sacándole quizá consumos no tan generosos.
Como siempre, para dar testimonios, en nuestras pruebas de consumos obtuvimos los siguientes: En ciudad: 6,9 km/l, en ruta 10,3 km/l, y en ciclo mixto, unos 8 km/l (pueden verse perjudicados por las barras de techo que equipaba nuestro test). En las recuperaciones, el impulsor se comportó de forma correcta, ya que de 80 a 110 km/h en 3ra dio 5.6 segundos, en 4ta fueron 7,6, y en 5ta 9,8. Por otro lado, la dinámica siempre fue un punto fuerte de Frontier por su esquema de suspensión, que si bien la prepara para tareas laborales, la hace un producto muy equilibrado en usos versátiles y muy variados. Gran confort de marcha.


Conclusión
Al momento de analizar esta Nissan Frontier, uno tiene que pararse en lo que es claramente la motivación del producto, es decir, una de las variantes más accesibles de la pick-up. ¿Lo vale? Si se le da el uso correcto, sí.
Por el precio, y honestamente a mi gusto solo podría pedirle la misma pantalla multimedia que las versiones más caras, y no esta que fue colocada en nuestro país, que no tiene muchas funcionalidades, porque se pierde de servir como mirroring para smartphones. Además, sensores de estacionamiento traseros. Delanteros no equipa en ninguna variante. En un plano ya más ideal, me encantaría que se sumase al equipo de pick-ups con motores turbo en las variantes nafteras, como Amarok o Landtrek. Un club exclusivo y lindo para formar parte de.
Por lo demás cumple con lo que se le puede pedir a un producto de acceso a la gama, y quizá le abre la puerta de posibilidades de movilidad, versatilidad o de carga a clientes que así lo requieran. También puede ser una gran herramienta de trabajo, eso seguro; y acá tenemos la prueba, porque es la variante de Nissan Frontier más vendida.

LO BUENO | LO MALO |
-Diseño exterior. -Equipamiento de Seguridad. -Comfort de marcha. -Solidez general. -Diseño interior y comfort. -Precio correcto. | -Consumos de la mecánica, que debería ya incorporar una cilindrada menor y turbo-compresor. -Falta de Apple CarPlay y Android Auto. -Falta de sensores de estacionamiento. |