Luego de haber evaluado a su hermano más grande, el Grandland X, hoy nos subimos a la oferta mediana de productos de pasajeros de la marca alemana, el Opel Crossland. A diferencia del anteriormente mencionado, el Crossland proviene desde España, en una sola versión denominada Elegance. El precio de la unidad evaluada se sitúa en U$S 33.990. Transcribimos el análisis a continuación.
Diseño exterior
El diseño exterior es quizá una de las peculiaridades que nos muestra este Crossland, ya que contrario a lo que su más moderna evolución (Mokka) muestra, el Opel Crossland si bien se vende como SUV, tiene aires de MPV, debido a la forma redondeada, además del ángulo que forma el pilar A con la línea del capo.
Además de esto, es quizá de los que más moderno se ve, ya que incorpora el VIZOR, esta suerte de capa de color negro que utiliza en el frontal, que reemplaza una parrilla tradicional, como si tienen Corsa y Grandland (que se espera que equipen este item). En los extremos del VIZOR, faros Full LED de gran, gran poder y muy cuidados estéticamente, con la firma lumínica ya clásica de los Opel modernos. Realmente me gusta mucho el frontal del Crossland.
El lateral es también muy agradable, y quizá donde más destaca la forma curiosa y extensa del pilar A, dándole un aire muy MPV, casi Zafiresco. Las llantas son de un diseño realmente muy agradable, aunque quizá son un poco grandes, con neumáticos 215/50 R17.
Quizá el remate trasero es el más extraño, con un planteo que finaliza trunco, y con una línea de ópticas bien alta. Se lo nota un poco más angosto de lo que nos gustaría. De todas formas, sigue siendo interesante, y sin duda es un diseño bien distinto al resto de la oferta.




Diseño interior y comfort
Personalmente, creo que los interiores de los productos que la marca germana aportó a nuestro mercado es lo que más puede mejorar. Si bien abunda realmente esta sobriedad y funcionalidad alemana, es a tal punto que quizá todo es más aburrido que otra cosa. De nuevo, no pido los diseños tan histriónicos de sus primos con bandera de Francia, pero quizá algo más “atractivo”.
De todas formas, el interior es comodísimo, con un planteo de planchada bastante vertical, para maximizar el espacio adelante. Las butacas están tapizadas en mix en tela y cuero, y al igual que Grandland, la del conductor tiene regulación AGR (regulación basculante del asiento del conductor, extensor de muslos, y regulación eléctrica del ajuste lumbar). Más allá de que existan favoritismos con quien maneja, ambas están muy bien. Ahora, no tolero tantos favoritismos con el conductor, un reposabrazos central con espacio de almacenamiento hubiese venido bien. Digámosle no al reposabrazos individual solo para conductor. Las butacas están tapizadas en un mix de tela y cuero en detalles marrones muy agradables.
La calidad de los materiales del habitáculo es realmente muy buena, con inyectados blandos en la mayoría de las superficies, una calidad de armado también destacable, al igual que la insonorización, el Crossland viene desde España a Uruguay, y aquí realmente destaca.
Habla de la sobriedad que comentamos previamente, el tablero de instrumentos que ya lo tenemos visto, porque es (básicamente) el mismo que en Grandland X. Se trata de cuatro clásicas agujas, además de una pantalla a color de 4.2″ (muy funcional por cierto), con toda la información de viaje. De nuevo, podría haber sido más interesante el asunto.
En el centro, encontramos una pantalla de 7″, que quizá pueda sonar un poco conocida, porque si bien el sistema se denomina “My Opel”, es básicamente el mismo sistema que equipaban Tracker y Onix de primera generación, dado que Opel antes pertenecía a GM. Más allá de esto, funciona bien (y poco más), aunque se lo ve anticuado en su U.I, y tiene una respuesta táctil quizá mejorable. Como estamos acostumbrados, tiene Apple CarPlay y Android Auto, por ende, ahí se solucionan muchas de mis quejas sobre la estética de la interfaz nativa.
En las plazas traseras, si bien disfrutarán de un techo acristalado ininterrumpido y bien grande, el espacio alcanza para dos y poco más, quizá decepciona un poco el espacio. Dado el enfoque familiero y monovolumen del Crossland, el espacio es quizá un poquito acotado, pero sobre todo, poco modular. Aunque en líneas generales, está bien. Por su forma tan “convencional” en el remate del pilar C, no tenemos que lamentar que nos de el centro pensante contra el techo, aunque tampoco sobra altura.
En cuanto al baúl, aloja unos 410 litros, que es una medida coherente y suficiente para el tamaño exterior del Crossland, que es basante reservado. Como ya es usual, debajo de la alfombra, un auxilio temporal. “Shame!” (aquellos fans de Modern Family podrán darle una entonación particular).






Mecánica y dinámica
Encargado de mover al Crossland el impulsor EB2ADTD que ofrece el Corsa. Se trata de un tricilíndrico de 1.199 cc de cilindrada, con inyección electrónica multipunto, turbocompresor e intercooler, lo que en conjunto desarrollan unos 110 cv de potencia presentes a 5.500 rpm y 205 Nm de torque a 1.750 rpm. Según la marca, puede hacer un 0 a 100 km/h en 11.8 segundos, y una velocidad máxima de 187 km/h. El tanque de combustible tiene 45 litros en total.
El tricilíndrico tiene la capacidad de mover a este pequeño SUV/MVP de forma bastante ágil y con un gran nivel de docilidad a la hora de atacar por ejemplo, el transito pesado de Montevideo. Lo mismo se traduce al manejo de ruta, suele tener respuestas contundentes y tempranas a velocidades lógicas. La caja automática de seis relaciones pasa cambios casi de forma imperceptibles, encargándose de ser suficientemente rápida cuando lo pedimos, lo cual esta muy bien cuando sumamos a la ecuación una entrega temprana de 205 Nm de torque. De todas formas, Opel es una marca honesta, y sus cajas no tienen un modo Sport. Cosa que a nadie con 10 gramos de coherencia le importa, porque ¿Quién quiere un modo Sport en un Crossland? Espero que nadie. Para ayudar más aún esta afirmación, los consumos de la mecánica son muy contenidos.
En cuanto al impulsor, el tratamiento de vibraciones está bien resuelto, aunque a veces quizá con la marcha engranada y a bajas velocidades, se siguen transmitiendo algunas al habitáculo, un poco molesto. El sonido del impulsor es agradable, aunque poco se siente. Algo que todos los Opel que evaluamos hasta ahora deben mejorar, es el tacto de los pedales, tienen un feel un poco gomoso, y el pedal de freno hace un sonido detestable si lo soltamos medio repentinamente.
Los números que avalan estas afirmaciones, son los siguientes. En nuestras pruebas de consumo, Crossland arrojó 7.3 l/100km en ciclo urbano, mientras que en la ruta fue aún mejor, con 5.3 l/100km y 6.2 l/100km en el ciclo mixto. Las recuperaciones en la ruta fueron de muy buen porte, con 6.5 segundos para pasar de 80 a 110 km/h. A 100 km/h, el 1.2T de 110cv del Crossland gira a unas 2.000 rpm.
La dinámica de Crossland es bastante equilibrada, obviamente es un producto familiar y todo tiende al confort. De todas formas, la elección de llantas de 17″ me parece un error, ya que esto hace que tenga un andar bastante más marcado del que se necesitaría, y sin aportar ningún tipo de beneficio (aprovechable) dinámico. Además, el mal endémico de algunas plataformas con eje trasero rígido, a veces se puede poner un poco seco. Es por esto que existe un divorcio entre la intención de las suspensiones, bastante blandas, y los neumáticos, bastante duros. (Bridgestone Turanza 005). Además, ellos son un poco responsables de alterar el gran nivel de insonorización, porque cuando el camino se pone complicado y gastado, de ellos proviene un murmullo un poco molesto.



Conclusión
Crossland es un producto que interpela, en cierta medida. Tiene un diseño bastante peculiar, con una cara bastante futurista, y un remate trasero muy curioso pero agradable, que lo hace parecer un villano con bigote, o quizá un gato. Más allá de esto, interpela sobretodo porque uno no sabe si es un SUV o un MPV. Me encanta el diseño exterior de Crossland.

Uno de los grandes argumentos de venta del pequeño híbrido entre monovolumen y SUV, es su alto nivel de seguridad, porque tiene ADAS de todo tipo y color. Detector de ángulo ciego, frenado autónomo de emergencia, alerta de cambio de carril, alerta de atención, reconocimiento de señales y luces altas automáticas. Esto, sumado a los seis airbags y controles de estabilidad y tracción de serie, lo hacen muy seguro. Sumado a esto, un equipamiento realmente muy completo y un impulsor muy digno, que aunque sea un poquito vibrador, entrega una cifra de torque muy buena en todo momento con consumos ínfimos.

Si es verdad que hoy Crossland es más comparable a la Peugeot 2008 de generación anterior (con la que comparte plataforma y más) que a la de nueva generación. Para esta, se reserva el Opel Mokka que debería llegar a nuestro país también.

En mi opinión, hoy en día Crossland puede ser quizá el producto más racional de la gama que la marca alemana se trajo al país, dada su cercanía en precio con el segmento B Corsa (U$S 30.990), y su lejanía en precio y tamaño con el SUV-C Grandland. Crossland queda bien situado frente a sus competidores SUV, con un buen motor, equipamiento, gran nivel de seguridad y calidad, pero además de esto, como siempre alabamos, es un producto distinto al resto, y por lo curioso, para mi merece que uno se arrime hasta Portones a verlo y probarlo si esta buscando un SUV convencional, podría sorprenderse y llevarse algo mas parecido a un MPV. En 2021 si, un MPV, what a time to be alive.
LO BUENO | LO MALO |
– Diseño exterior distinto y agradable – Desempeño dinámico – Equipamiento de Comfort – Equipamiento de Seguridad con ADAS – Consumos contenidos – Mecánica ágil – Habitabilidad para cuatro – Comodidad interior. | – Auxilio temporal. – Habitabilidad para cinco. – Se transmiten un poco de vibraciones al habitáculo. – Unica variante disponible. |

Precio y garantía
- Opel Crossland Elegance 110 6 A/T – U$S 33.990
- Garantía de 3 años o 100.000kms.
- Comercializa: Auto Germany (con el respaldo de SADAR). Avda Italia 5775 www.opel.com.uy